jueves, 14 de abril de 2016

Unas elecciones cargadas de sucias maniobras y mentiras matemáticas

Roberto Ojeda Escalante
El actual proceso electoral ha evidenciado el bajo nivel de razonamiento matemático que existe en el país, pero no necesariamente en los pueblos alejados o en los sectores urbano marginales, sino en el mismo corazón de la cultura nacional peruana: los intelectuales y los medios de comunicación. A parte de haber quedado evidente el proceso fraudulento para imponer dos candidaturas ultra neoliberales, los argumentos que se han usado para justificar eso, así como los análisis para comprenderlo; parten de supuestos cuantitativos falsos.
La migración de los votos
Primero, es evidente que los candidatos retirados del proceso tenían electores focalizados geográfica y socialmente; por lo que resulta fácil deducir cual fue la maniobra al retirarlos del juego. César Acuña tenía un bolsón importante en el norte del país y en segundo lugar en todas las regiones, la prueba está en los escaños que su partido obtuvo para el congreso. En tanto Julio Guzmán tenía, o parecía tener, un fuerte electorado urbano, principalmente en Lima. Algunos analistas dicen que los votos de ambos fueron los que le permitieron llegar a tercer lugar a Verónika Mendoza, pero esto es un mal análisis.
Los resultados en el norte reflejan que los electores de Acuña migraron a Keiko Fujimori, que obtuvo impresionantes cifras en esas regiones. Quizás lo hicieron por la cólera de haberles tachado a su candidato, pero es evidente que esos votos no migraron al FA, que quedó segundo en esas regiones, pero bastante lejos. El caso de Guzmán, es evidente que su electorado migró a PPK, dándole ese respaldo urbano y costeño que lo llevó al segundo lugar, reflejados también en el primer lugar que obtuvo en Arequipa y segundo en Lima. Aún tengo la duda si realmente Guzmán iba segundo en las encuestas o estaba inflado, otra razón que habría llevado a tomar la decisión de excluirlo, para luego no tener que justificar su repentina baja en las encuestas,
Con ambos candidatos en carrera, PPK hubiera obtenido menos porcentaje y probablemente no pasaba a segunda vuelta, así que en vez de tener dos opciones debilitadas (Guzmán y PPK), los dueños del país habrían optado por quedarse con una sola y así evitar la posibilidad del crecimiento de la opción izquierdista (FA). El caso de Acuña puede entenderse en la misma lógica, pero también porque le restaba votos al fujimorismo. Con este competidor en carrera podría haberse dado el escenario en que el fujimorismo obtuviera menos escaños en el parlamento.
¿De dónde salieron los votos del FA?
A inicios de año Verónika Mendoza tenía apenas 2% de las preferencias, probablemente esta cifra era mayor pero las encuestas la reducían para evitar que su candidatura entusiasmase a otra gente y creciese rápidamente. Las encuestas se realizaron casi siempre en zonas urbanas, y ahora vemos que gran parte del  respaldo al FA ha sido rural. Algunos analistas difundieron la idea de que su crecimiento se dio luego del retiro de Acuña y Guzmán, y si bien esto es cierto, hay que recordar que también creció Barnechea, sin embargo este apenas llegó al 7% finalmente.
Ya vimos que gran parte de los votos de los candidatos excluidos migraron a PPK y Fujimori, el crecimiento de Barnechea explicaría dónde fueron a parar los demás. Es difícil creer que este electorado, identificado con una propuesta neoliberal moderada, se fuera directamente a quien era presentada por la prensa como la amenaza roja. Y entonces ¿de dónde salió ese electorado “rojo”?, bueno, ya vimos que un sector del mismo ya existía, en zonas rurales y provincianas que esperaban una opción de izquierda. Es sintomático que Vero haya obtenido tan altos porcentajes en la zona sur andina, que veía en ella una paisana.
Otro comentario común en periodistas neoliberales es que las enormes movilizaciones anti Keiko no repercutieron en el electorado. Nada más falso. El crecimiento del FA se dio justo después del 10 de marzo (el sorpresivo y masivo rechazo al fujimorismo en Cusco) y a la par que se desarrollaban esas movilizaciones, en unas 3 semanas Vero pasó del quinto lugar al empate técnico en el segundo. Eso explica su llegada en segundo lugar en 8 regiones y su abrumador primer lugar en las 7 regiones del sur, justo allí donde el rechazo al fujimorismo fue más difundido por medios locales, mientras la prensa nacional no daba suficiente cobertura a estos hechos.
El fantasma del voto útil
Pero en lo que todos los partidos han caído, ha sido en meter miedo con eso del voto útil. Queriendo cosechar de las protestas anti fujimoristas, llamaron a votar por el que tuviera más posibilidades de derrotar a Keiko en segunda vuelta. Eso ayudó a PPK, algún sector del electorado de Barnechea migró finalmente a aquel, y este último no pudo continuar con el crecimiento que tenía. Y la insistente campaña de que el voto nulo favorecía al primer lugar, contribuyó a reducir el número de votos viciados a 5%.
La izquierda usó también de este fantasma. Ahora buscan culpables en quienes votaron “inútilmente” por opciones sin mayores posibilidades, como Goyo Santos. Llegan a decir que con el 4% de Goyo, Vero pasaba fácilmente a segunda vuelta. Pero no es tan sencillo, los electores no votan en bloque, de haberse retirado la candidatura de DD, sus votos no migrarían directamente al FA, probablemente se hubieran dispersado entre esa opción, el voto viciado y otras candidaturas. Los electores no actúan tan ideológicamente.
Pero aún en el caso de los votos blancos y viciados. De haber votado todos los que no lo hicieron, esos votos se habrían distribuido entre todos los candidatos, así que eso de que se beneficia el primero es una especulación tendenciosa. ¿Alguien cree que los que no votan lo hacen necesariamente por una alta conciencia política?, de hecho hay sectores que sí, pero las razones para no votar son muchas (preferir la multa al gasto de pasajes interregionales, vivir muy lejos, simple descuido, etc).
Los extraños porcentajes electorales
La cifra final se obtiene restando aquellos que no votaron, convirtiendo el 68.05 en el nuevo 100%., tomando en cuenta solo los votos válidos. Pero esto se realiza en dos etapas, primero se resta aquellos que no votaron (18.04%), sacando un 100% de votos emitidos, al que inmediatamente se le resta los votos no válidos (9.86 blancos, 4.05 nulos), esta maniobra permite confundir y disminuir las diferencias.
Los resultados finales nos hacen ver un 39% de apoyo al fujimorismo, creemos que casi la mitad de los peruanos apoyan a la heredera de la dictadura y nos preguntamos ¿dónde quedaron esas movilizaciones tan grandes? Cuando la realidad es que Keiko sólo obtuvo el 27.10% de apoyo del electorado, menos del treintaitantos que le daban las encuestas. PPK obtuvo 14.29 y Vero 12.81 (fíjense que los no votantes son los que hicieron que la diferencia entre ambos se redujese). En cifras reales ni Acción Popular ni el Apra pasaban la valla, y otra vez vemos que no votar, más que ayudar al primero ayuda a los de abajo.
Es cierto que la mayor parte de estos desatinos son interesados. Los grupos de poder difunden estas ideas para influir en la opinión pública, aun sabiendo que la información que envían es alterada y tendenciosa. Pero el solo hecho de que lo hagan tan descaradamente es un indicador de que comparten esa “ignorancia matemática” de gran parte de esa opinión pública que pretenden manipular.
La valla electoral también es algo que niega el derecho de los electores, ¿cómo es posible que Cajamarca y Puno hayan elegido congresistas que luego no son tomados en cuenta?, ¿cómo se sienten esas poblaciones? La valla está diseñada contra los provincianos. Si vemos los resultados, Cajamarca votó por Goyo, el sur votó por Vero, la costa norte probablemente lo hubiera hecho por Acuña, probablemente Junín hubiera dado cierto apoyo a PL de Vladimir Cerrón. Pero la valla sólo permite que pongan representantes los partidos que tienen presencia nacional. Eso no es muy democrático que digamos.
El fraude no era sólo un rumor
Queda claro que los turbios manejos sí tuvieron efecto, aplicar la ley en unos casos pero no en otros es un evidente proceso fraudulento. Ese fraude salvó al Apra de pasar la valla y le permitió colocar congresistas. En su momento, muchos colectivos propusieron denunciar el fraude y llamar a no votar (o votar viciado ese día), pero el 5 de abril, los partidos participantes en esta contienda no se animaron a apoyar esta idea y llamaron a derrotar el fraude en las urnas. Así todo quedó consumado.
La prensa difundió la posibilidad de que el FA llegaba a segundo lugar y esto entusiasmó a mucha gente crítica, que prefirió olvidarse del fraude y participar activamente en el proceso. Era evidente que si Vero realmente llegaba a segundo lugar quedaba la posibilidad de que se lo quitaran fraudulentamente, ¿no habrá sido así?, ¿quién garantiza que el proceso fue limpio? El 10 de abril hubo diversas denuncias de cosas irregulares en el proceso, pero no se le dio mayor importancia. Es imposible saber cuán legal fue el proceso, con todos los antecedentes fraudulentos del mismo.
Ahora tenemos un congreso que en mayoría absoluta será neoliberal, el escenario más probable para el próximo gobierno es una alianza FP-PPK-Apra, así que gane quien gane el 5 de junio, la DBA ya ha ganado. La coyuntura nos obliga elegir entre una mafia ligada al narcotráfico y una total sumisión a los Estados Unidos, pero ambas consolidarán el gobierno de las transnacionales, el modelo extractivista y contrario a los pueblos. Un sector  de la población duda si votar viciado o no votar. Dirán que no votar por una de las opciones no sirve, porque esos votos no son tomados en cuenta, como vimos antes; pero si estos llegan a un porcentaje considerable, sí deslegitiman al nuevo gobierno. En la primera vuelta no votó el 31.95%, que esa cifra aumente no se ve tan difícil.

Aldo Mariátegui ofende al sur


En varias de sus columnas post electorales, Aldo Mariátegui se ha dedicado a ofender a los pueblos del sur peruano, expresando racismo, odio o envidia, o la combinación de todo eso. Pero a la vez, hace explícita su ignorancia y resentimiento.

El 14 de abril escribe “El problemático sur”. Desde el título le niega a estos pueblos el derecho a tomar sus propias decisiones, afirmando que la causa del “abrumador voto rojo sureño” es “un tema de mentalidad también”. Induce a pensar que estos pueblos están pensando mal y obran mal por no hacer lo que él quisiera que hagan. ¿Dónde queda la democracia? Tal vez Aldo M. no la comprenda plenamente.

Sus propias palabras confirman su falta de comprensión de la situación: “uno no entiende cómo el rojerío saca 41% en Huamanga (capital de Ayacucho) con todo lo que la gente sangró allí por culpa directa del marxismo. ¡Deberían ser hasta macartistas, anticomunistas extremos!”. Así, con actitud completamente antidemocrática, no solo dice lo que los pueblos debieran hacer, sino cómo debieran ser. Pero que él no lo entienda no significa que otros tampoco lo hagan. Veamos, una de las razones para esa alta votación del Frente Amplio es que este está completamente alejado del maoísmo senderista. Los electores huamanguinos, aquellos que más sufrieron la violencia terrorista, saben que esta fue producto de pensamientos autoritarios, desde Sendero Luminoso hasta el fujimorismo; por eso rechazan el autoritarismo (sea de izquierda o derecha) y optan por tendencias más democráticas. También porque reconocen que en buena cuenta fue la izquierda quien enfrentó directamente al senderismo.

Al referirse a Cusco aflora un claro resentimiento: “aún muchos allí se alucinan los romanos del país, los dueños exclusivos de la peruanidad. Creen que los malvados limeños les hemos quitado la capitalidad y que son pobres por nosotros. ¡Si aún siguen hablando rencorosos de la conquista española como si hubiera ocurrido la semana pasada!”. Alguien debió haberle hecho algo malo aquí, o quizás sólo le moleste que los cusqueños, a pesar de ser provincianos, se sientan con el derecho de hablar de igual a igual con los limeños capitalinos. Desconoce que realmente mucho de la pobreza del interior del país está relacionada al bienestar de las clases altas limeñas, que los cusqueños se indignan al ver cómo sus recursos (gas, turismo, etc.) financian la opulencia de la “pituquería” de Lima y el extranjero. No es que lo crean, es que lo viven a diario. 

Yendo al otro tema, la conquista española no ocurrió la semana pasada, pero ocurrió. En Cusco es imposible no hablar de ella porque se la siente constantemente, basta recorrer sus calles y ese hecho histórico se hace presente. Tal vez Aldo M. se sienta heredero de los conquistadores y por eso le molesta esta memoria histórica, pero debería entender que esto es algo común en sociedades con traumas históricos fuertes. Él mismo refleja un trauma singular al referirse constantemente al gobierno de Velasco y los regímenes de izquierda en el mundo, ¿para él sí se justifica el resentimiento pero para los cusqueños no debe haber ni pizca? Otra vez su clara ausencia de sentido democrático.

Culmina proponiendo medidas antidemocráticas que espantarían a cualquier científico social: “Allí no queda más que fomentar la migración y la concentración poblacional en otras zonas: los prósperos “farmers” tipo la familia Ingalls jamás van a surgir en la Puna.” Una propuesta similar a las que aplicaron los colonizadores españoles hace más de cuatro siglos, ¡y luego se queja de que se recuerde la conquista tan vivamente! cuando él mismo está retrayendo ese pasado en sus propuestas. 

Pero donde este columnista se extralimita es en “Mi querido Carlín”, escrito el día anterior como respuesta a una caricatura del humorista Carlín. En una actitud infantil le dice “solo vendiste 100 libros tuyos contra 13 mil míos”, en una reducida interpretación cuantitativa de la vida. Me pregunto, ¿cómo sabe la cantidad de libros que vendió Carlín, hizo encuestas en las librerías, qué metodología utilizó? Más parece una frase sin sentido extraída del Chavo del 8. 

Previamente hace una lluvia de frases similares, en las que curiosamente reconoce que PPK es un “imperialista yanqui” y se alegra del triunfo fujimorista, un partido claramente antidemocrático. Y es allí que expresa todo su odio a los pueblos andinos del sur, que “son repelentes a Lima y al norte”, una expresión marcadamente racista. Dice que los izquierdistas “cual perversos parásitos, siempre medran electoralmente del atraso, resentimiento e ignorancia”, es decir que el sur se caracteriza por el atraso, el resentimiento y la ignorancia. Ignora él que en el sur existen culturas ricas y diversas, que son la admiración del mundo, que hay más atraso cultural y moral en sociedades ultra modernas como sus admirados EEUU. Ignora que los pueblos del sur tienen mucha más armonía y solidaridad que los capitalinos, que más resentimiento se ve en las frases que él usa (“¡me hubiera gustado ver tu cara!”, “llora Rocío SS”, “tu izquierda cacarea una campaña modesta”). Sobra decir que más ignorante es él, pues ignora todo ese universo del sur andino.

Quizás necesite que un paqo le ayude a buscar su alma o una buena terapia sicológica, pues las páginas de un periódico no son el mejor lugar para soltar sus demonios internos. Eso sí, el sur no se calla (lo decían las consignas del 5 de abril). Estos son otros tiempos, ya no hay gamonales de horca y cuchillo, no vamos a tolerar rabietas de cualquiera ni permitir que por su pura cólera nos insulte gratuitamente. Aunque le duela, los provincianos, los sureños, los serranos, también tenemos voz y voto.

Roberto Ojeda